Lesión de Miguel Angel Valerón

Publicado en laProvincia el Martes 26 de febrero de 2008
Entradas que truncan carreras


 La grave lesión que sufrió el jugador del Arsenal Edu Da Silva rescata el recuerdo de las fracturas óseas que padecieron los grancanarios Miguel Ángel Valerón y Manuel Pablo por la agresividad de Ferrer y Giovanella

QUIQUE DEL ROSARIO - LAS PALMAS DE GRAN CANARIA. Cuando aún resuena el chasquido terrible que simultaneó con la fractura de la pierna izquierda del delantero del Arsenal, Eduardo Da Silva, y sus alaridos de dolor que silenciaron el añejo estadio de Saint Andrews de Birmingham, en todo el planeta causa indignación contemplar la entrada brutal que realizó Martin Taylor al brasileño con pasaporte croata.

Una fractura abierta de tibia y peroné es el resultado de tan fatal lance que le costará casi un año para recuperarse, si es que su recuperación es satisfactoria.

Corría el minuto 3 de un partido que finalmente quedó 2-2, cuando Taylor, con una entrada criminal, sin posibilidad alguna de llegar a la pelota, partía como una caña la pierna izquierda de Da Silva, que tenía que abandonar el campo con una máscara de oxígeno por el dolor insoportable que sufría.

Esa imagen, que fue censurada en tierras británicas por su crudeza, ha dado la vuelta al mundo repitiéndose en bastantes ocasiones. Desgraciadamente, varios futbolistas canarios de gran proyección sufrieron en sus propias carnes la brutalidad de un rival.

Corría la temporada 96-97 cuando despuntaba un fino centrocampista en la UD Las Palmas, que con 24 años se encontraba en el momento adecuado para dar el salto definitivo. Su nombre lo recordará el aficionado. Miguel Ángel Valerón, hermano de Juan Carlos, que ha sido sin lugar a dudas uno de los mejores jugadores que ha dado esta tierra.

El miércoles 26 de febrero de 1997 (hoy se cumplen once años) la UD Las Palmas se medía al FC Barcelona en la ida de las semifinales de la Copa del Rey y Miguel Ángel comenzaba desde el banquillo. Precisamente la lesión de Manuel Pablo, tras una dura entrada de Guillermo Amor, propició que el hábil extremo de Arguineguín saltara campo.

Apenas pudo combinar una acción con el Turu Flores cuando una entrada demoledora del lateral derecho del Barcelona Chapi Ferrer, en un balón pegado a la banda que controlaba de espaldas el grancanario, le reventaba literalmente el tobillo a Miguel Ángel, que tuvo que ser reconstruido en el quirófano sobre la marcha por el doctor Juan Suárez, que declaró: "Es la lesión deportiva más grave que he tratado por una entrada. Fractura con luxación abierta de tobillo. Se le trató sobre el césped y luego se le redujo en el vestuario", nos aclaraba el galeno.

La actitud del colegiado, Manuel Díaz Vega, dejó que desear puesto que no sólo no expulsó al defensa azulgrana, sino que ni siquiera fue capaz de amonestarle en uno de los escándalos más mayúsculos que se recuerdan en el Insular. El Barcelona se impuso 0-4, resolvía la eliminatoria ese año ganaba la Copa del Rey y Ferrer acabaría sus días felizmente enrolado en las filas del Chelsea inglés.

Miguel Ángel intentó volver a ser el mismo, pero ya no pudo. Cosas del fútbol dirán algunos. Afortunadamente, el flaco Juan Carlos lavó el honor de los Valerón en los siguientes años con su fútbol excelso.

Precisamente Manuel Pablo, uno de los protagonistas de ese episodio, también vio cómo una acción del brasileño del Celta Everton Giovanella lastraba la carrera de uno de los mejores laterales derechos de Europa. El 30 de septiembre de 2001, el de Bañaderos estremecía a toda España con su doble fractura de tibia y peroné.

El Real Madrid habría ofrecido más de 40 millones de euros por él y todo se truncó. También se perdió el Mundial de Corea y Japón. Otras lesión similar fue la de Juani, que sufrió esa fractura tras una patada de Camacho en un entrenamiento de la sub 21.